domingo, 29 de julio de 2012

FABULA DEL PESCADOR Y EL BANQUERO


Fábula del pescador y el banquero
Un banquero de inversión americano estaba en el muelle de un pueblito costero mexicano cuando llegó un botecito con un solo pescador. Dentro del bote había varios atunes amarillos de buen tamaño.
El americano elogió al mexicano por la calidad del pescado y le preguntó:
- ¿Cuánto tiempo le tomó pescarlos?
El mexicano respondió:
- “Sólo un poco tiempo“.



El americano luego le preguntó:
- “¿Porqué no permaneces más tiempo y sacas más pescado?”

El mexicano dijo que él tenía lo suficiente para satisfacer las necesidades inmediatas de su familia. El americano luego preguntó:
- “Pero.. ¿qué haces con el resto de tu tiempo?”
El pescador mexicano dijo:
- “duermo hasta tarde, pesco un poco, juego con mis hijos, me echo una siesta; con mi señora, María, voy todas las noches al pueblo donde tomo vino y toco guitarra con mis amigos. Como ves tengo una vida divertida y ocupada.

El americano replicó:
- “Soy un banquero de Harvard y podría ayudarte. Deja te explico… deberías gastar más tiempo en la pesca, con los ingresos comprar un bote más grande, con los ingresos del bote más grande podrías comprar varios botes, eventualmente tendrías una flota de botes pesqueros. En vez de vender el pescado a un intermediario lo podrías hacer directamente a un procesador, eventualmente abrir tu propia procesadora. Deberías controlar la producción, el procesamiento y la dstribución. Deberías salir de este “pinche” pueblo e irte a Ciudad de México, luego a Los Angeles y eventualmente a Nueva York, donde manejarías tu empresa en expansión”.
El pescador mexicano preguntó:
- “Pero, cuanto tiempo tarda todo eso?“.

A lo cual respondió el americano:
- “entre 15 y 20 años”.
- “¿Y luego qué?” preguntó el mexicano.

El americano se rió y dijo que esa era la mejor parte.
- “Cuando llegue la hora deberías anunciar un IPO (Oferta inicial de acciones; OPV en español) y vender las acciones de tu empresa al público. Te volverás rico, tendrás millones”.
- “Millones …y luego qué?” preguntó el mexicano
Dijo el americano,
- “Luego te puedes retirar. Te mueves a un pueblito en la costa donde puedes dormir hasta tarde, pescar un poco, jugar con tus hijos, echar una siesta con tu mujer, ir todas las noches al pueblo a tomar vino y tocar la guitarra con tus amigos"

miércoles, 25 de julio de 2012

CARTA DE UNA PEDIATRA A NUESTRO SEÑOR MINISTRO DE JUSTICIA


  • Carta abierta de una pediatra a Gallardón
    Reflexion de una pediatra (Elisa Fernandez Cooke) indignada.

    Querido Señor Gallardón:

    ... Soy una médico pediatra que acaba de terminar una guardia de 24 horas sin dormir y mi capacidad de entendimiento puede estar algo mermada pero… ¿He entendido bien?. ¿Va usted a obligar a mujeres a tener hijos con malformaciones graves para luego abandonarles a su suerte sin ayudas económicas para la mayoría de estas personas?.
    Como pediatra he conocido a muchas familias con hijos nacidos con malformaciones graves, bien porque no se conocía su condición antenatal o bien porque los padres, conociendo la malformación, decidieron voluntariamente seguir adelante. Le puedo garantizar que en los casos graves los pacientes y sus familias pasan auténticos calvarios con múltiples cirugías largas y complicadas y con largos periodos de estancia en unidades de cuidados intensivos para luego ser dados de alta con secuelas y tener una calidad de vida, en muchos casos, nefasta. Usted habla de derechos, si hubiera vivido de cerca algún caso sabría que estos niños sufren mucho física y emocionalmente y desgraciadamente, precisamente por ser niños, en algunos casos son objeto de ensañamiento terapéutico por no querer rendirnos a su enfermedad. La mayoría de estas familias acaba desestructurada con problemas de salud física y mental y con problemas económicos por no recibir suficiente ayuda por parte de las administraciones. Le invito a que pase el postoperatorio de una cirugía cardiaca de una cardiopatía compleja en la unidad de cuidados intensivos (pueden ser meses) día y noche con una familia para saber de qué estoy hablando.
    Ya dejando de lado mi parte humana y médica y poniéndome en la postura política (que afortunadamente no soy) esta medida ahorrará dinero en abortos practicados por la sanidad pública y ganará votos conservadores (además de desviar la atención) y como no van a dar ayudas a las familias no supondrá mucho gasto…pero las cirugías, estancias hopitalarias, consultas, rehabilitación, bajas por depresión paternas, etc… cuestan mucho, mucho dinero, se lo digo en el idioma que entiende.
    Hasta ahora llevo los recortes con indignación como el resto de los españoles e intento no opinar de economía porque no es mi campo. Hasta hace dos días no sabía lo que era la prima de riesgo. Ahora ha entrado usted en mi campo y sólo puedo sentirme frustrada y con ganas de llorar.
    De verdad que como ministro de justicia ¿no tiene nada mejor que hacer? Hay muchos ladrones, defraudadores y demás calaña (no tiene que buscar usted muy lejos) que deben responder ante la justicia y los ciudadanos. Céntrese.
    ¿Le había dicho que estaba saliente de una guardia de 24 horas? ¿sabía que según las leyes europeas es ilegal y en España nos las saltamos a la “torera”? ¿algo que opinar como ministro de justicia?. Es demasiado fácil hablar desde la ignorancia.
    Una Pediatra con ganas de llorar.

sábado, 21 de julio de 2012


Interesante. Y en algunas cosas mucha razón. 

Arturo Pérez Reverte, como casi cada domingo, ha utilizado Twitter para comentar la actualidad de la semana. El autor de El capitán Alatriste ha volcado su desacuerdo con las medidas del Ejecutivo y ha vuelto a ser alabado por los usuarios de esa red social. 

"La Cultura, la Educación, la Sanidad, las clases altas, medias y bajas, expoliadas. Y el disparate administrativo-político-autonómico, ni tocarlo.

A ver si lo he entendido, señor presidente... Hasta por morirme debo pagar un 21 %... A ver si lo entiendo. Insisto.

Alemania tiene 80 millones de fulanos y 150.000 políticos. España, 47 millones y 445.000 políticos. Sin contar asesores, cómplices y colegas. O en Alemania faltan políticos, o aquí sobran. Si en Alemania faltan, apenas tengo nada que decir. Si en España sobran, tengo algunas preguntas. Señor presidente.

¿Para qué sirven 390 senadores (con la brillantez media y la eficacia política media de un Iñaki Anasagasti, por ejemplo)? Subpregunta: si un concejal de Villacantos del Botijo, por ejemplo, necesita contratar a 15 asesores... ¿Para qué puñetas sirve ese concejal, aparte de para dar de comer a numerosos compadres y parientes?

¿Para qué sirven 1.206 parlamentarios autonómicos y 1.031 diputados provinciales? ¿Sabe usted lo que cobra toda esa gente? ¿Y lo que come? Ese tinglado regional, repartido en diecisiete chiringuitos distintos, duplicados, nos cuesta al año 90.000 millones de euros. Con ahorrar sólo la mitad... Eche usted cuentas, señor presidente. Que yo soy de Letras.

En vista de eso, ¿cómo es posible que el Gobierno de este putiferio de sangüijuelas y sangüijuelos se la endiñe a las familias y no a ellos? Que en vez de sangrar a esa chusma, se le endiñe a la Dependencia, a la Sanidad, a la Educación, a la Cultura, al pequeño comercio? ¿A la gente que de verdad lucha y trabaja, en vez de a esa casta golfa, desvergonzada y manifiestamente incompetente?

A ese negocio autonómico absurdo e insostenible, del que tanta gentuza lleva viviendo holgadamente desde hace más de treinta años. 17 parlamentos, 17 defensores del pueblo, embajadas propias, empresas, instituciones. Negocios casi privados (o sin casi) con dinero público. El único consuelo es que a esa pandilla depredadora la hemos ido votando nosotros. No somos inocentes. Son proyección y criaturas nuestras.

Treinta años engordándolos con nuestra imbecilidad y abulia política. Cuando no con complicidad ciudadana directa: Valencia, Andalucía... Con unos tribunales de Justicia cuando no politizados o venales, a menudo lentos y abúlicos. El golfo, impune. Y el ciudadano, indefenso. Esos políticos de todo signo (hasta sindicalistas, rediós) puestos en cajas de ahorros para favorecer a partidos y amiguetes. Impunes, todos.

Me creeré a un presidente de Gobierno, sea del color que sea, cuando confiese públicamente que este Estado-disparate es insostenible. Cuando alguien diga, señor presidente, mirándonos a los ojos, "voy a luchar por un gran pacto de Estado con la oposición"; "me voy a cargar esta barbaridad, racionalizándola, reduciéndola, controlándola, adecuándola a lo real y necesario"; "voy a desmontarles el negocio a todos los que pueda. Y a los que no pueda, a limitárselo al máximo. A lo imprescindible"; "aquí hay dos autonomías históricas que tendrán algo más de cuartelillo, dentro de un orden. Y el resto, a mamarla a Parla".

"Y el que quiera entrar en política para servir al pueblo, que se lo pague de su bolsillo".

Pero dudo que haga eso, señor presidente. Es tan prisionero de su propia chusma político-autonómica como el PSOE lo es de la suya. Ese toque de jacobinismo es ya imposible. Tiene gracia. No paran de hablar de soberanía respecto a Europa quienes son incapaces de ejercerla en su propio país. Sobre sus políticos. Dicho en corto, señor presidente: no hay cojones. Seguirán pagándolo los mismos, cada vez más, y seguirán disfrutándolo los de siempre. El negocio autonómico beneficia a demasiada gente.

Usted, señor presidente, como la oposición si gobernara, como cualquiera que lo haga en España, seguirá yendo a lo fácil. A cargar a una población triturada, con cinco millones de parados, lo que no se atreven a cargar sobre sus desvergonzados socios y compadres. Seguirá haciéndonos aun más pobres, menos sanos, menos educados. Hasta el ocio para olvidarlo y la cultura para soportarlo serán imposibles.

Así que cuando lo pienso, a veces se me va la olla y me veo deseando una intervención exterior. Que le vayan a frau Merkel con derechos históricos, defensores del pueblo, inmersiones lingüísticas, embajadas y golferías autonómicas. De tanto reírse, le dará un ataque de hipo. De hippen, o como se diga allí.

Lo escribía el poeta Cavafis en Esperando a los bárbaros. Quizá los bárbaros traigan una solución, después de todo. Para esto, que nos invadan los bárbaros de una puta vez. Que todo se vaya al carajo y el Sentido Común reconozca a los suyos. Si quedan.

Recristo. Qué a gusto me he quedado esta tarde, señor presidente. Lola acaba de abrir el bar. Esta noche me emborracho. Como Gardel en el tango. Fiera venganza la del tiempo. Parece un título de Lope de Vega. Un tango adecuado para este pasaje".
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